Muchas veces las personas permanecemos en piloto automático, esto significa que ejecutamos actividades y tareas en el día simplemente por debemos hacerlas, y nunca tenemos tiempo a detenernos a reflexionar ¿Por qué realizo estas actividades? y a su vez nos consumen tiempo y se nos pasa el día sin haber cuestionado nada.
Amanecemos al siguiente día y volvemos a ejecutar actividades y tareas en automático sin detenernos a reflexionar y a cuestionarnos ¿En verdad disfruto lo que hago? ¿Por que hago lo que hago? ¿En que soy bueno? ¿Las personas en que piden ayuda? ¿Qué se me facilita realizar? ¿En que ayudo a los demás sin darme cuenta?.
Algo que podemos comenzar por realizar es preguntarnos y contestar de manera sincera ¿Qué se me facilita hacer? ¿Qué suelo realizar son tanto esfuerzo? Cuando nos detenemos a preguntarnos y pensar, nos damos un espacio a considerar y tomar en cuenta cuales podrían ser nuestros talentos, pero muchas veces la rutina diaria no nos permite esto.